domingo, 23 de abril de 2017

Prácticas temas 18-19

PRÁCTICA 1
Analice el mapa de los principales problemas medioambientales de España y conteste las preguntas que sobre él se formulan.
 
 
a) Señale: Primero (a1), y acompañado por su número, el nombre de las provincias donde se localizan vertederos de residuos tóxicos:  Además (a2), y organizadas por las CC.AA. a las que pertenecen, las provincias afectadas por el alto riesgo de desertificación identificada con la letra A.
 b) Señale, en orden de norte a sur, el nombre de las provincias con un alto riesgo de contaminación por plaguicidas. A propósito de esa forma de alteración del medio ambiente, comente el problema que causa el uso de productos químicos y cómo éstos afectan al agua.
c) Comente los problemas medioambientales relacionados con los residuos sólidos urbanos.
RESPUESTAS:

 a) a1) 1-Córdoba; 2- Ciudad Real; 3- Guadalajara  4-Valencia   5- Lérida
a2) Andalucía: Córdoba; Castilla León: Salamanca; Extremadura: Cáceres y Badajoz, Castilla La Mancha: Ciudad Real, Toledo, Guadalajara y Cuenca. Comunidad de Madrid.

b) Las provincias con alto riesgo de contaminación son: Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Granada.
El mal uso o uso excesivo de PRODUCTOS QUÍMICOS (fertilizantes, pesticidas, herbicidas...) plantea sobre todo dos problemas. Por un lado, son productos de acción indiscriminada, es decir, no se limitan a combatir las plagas o enfermedades de las plantas sino que perjudican también a seres muy beneficiosos, caso de incestos polinizadores, aves insectívoras que se alimentan de ellos o a los hongos y bacterias que descomponen la materia orgánica. Por otro lado, son difíciles de eliminar y acaban incorporándose a la cadena trófica causando graves daños, por ejemplo alterando algunas funciones de los seres vivos: (producción de leche, calcio...) y afectando con ello a muchas especies o disminuyendo su variedad.
Por su parte, el uso agrícola de los plaguicidas tiene importantes efectos en la calidad del agua y provoca serias consecuencias ambientales. Hay que tener en cuenta que dichos productos son disueltos  por el agua de lluvia o riego. Esta puede filtrarse en el terreno y llegar a contaminar los acuíferos subterráneos o seguir el ciclo del agua hasta los ríos y el mar. En él acaban dañando las algas y el plancton, base de la vida marina y productores de oxígeno.
Además, los fertilizantes, sobre todo los nitratos, eutrofizan el agua, es decir, le aportan gran cantidad de nutrientes. El problema está en que con ellos crecen en abundancia las plantas y otros organismos acuáticos. Más tarde, cuando mueren, se pudren y llenan el agua de malos olores. En su putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas dejan de ser aptas para la vida.
 c) Estos se producen en grandes cantidades y son difíciles de eliminar. El resultado es que se acumulan en el medio ambiente y lo alteran cuando no son tratados de la forma adecuada, provocando:
·       Contaminación atmosférica: la fermentación anaeróbica de la materia orgánica genera metano (gas de efecto invernadero), que constituye la mitad de las emisiones producidas en los vertederos.
·       Contaminación del suelo cuando es cubierto por residuos no biodegradables. Consecuencia directa es la desaparición de la flora y la fauna de la región y la pérdida de nutrientes.
·       Contaminación de las aguas superficiales o subterráneas: los lixiviados arrastran las sustancias tóxicas y contaminan los freáticos, siendo especialmente grave la contaminación por metales pesados.
·       Pestilencias: la descomposición de la materia orgánica provoca una serie de malos olores.
·   Proliferación de plagas: al acumularse los residuos de forma incontrolada se favorece la proliferación de plagas de roedores e insectos que pueden ser portadores de enfermedades.
·       Degradación del paisaje por acumulación de residuos.
 
 
 PRÁCTICA 2
 En base al siguiente mapa que representa el riesgo de desertificación en España, conteste las preguntas que a continuación se plantean.
 
 
a) Por un lado señale el nombre de las provincias situadas al norte de la línea horizontal que tienen muy bajo riesgo de desertificación. Por otro lado señale qué comunidades tienen todas sus provincias con bajo riesgo de desertificación.
b) Exponga las razones geográficas que explican este hecho.
c) Explique qué factores físicos y qué actividades humanas inciden en el riesgo de desertificación.
d) ¿Qué acciones pueden paliar el problema de los riesgos de desertificación?
 RESPUESTAS

a) A Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra, Asturias, León, Santander, Palencia, Burgos, Vizcaya, Guipúzcoa; Logroño, Navarra, Huesca y Girona.
Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Navarra.
b) La mayor parte de estas provincias corresponden a Galicia, la cornisa cantábrica y Pirineos. Estamos en la España Húmeda, donde domina el clima húmedo oceánico, con lluvias abundantes que no suelen tener un carácter torrencial, por lo que el suelo no se ve tan dañado como en el clima mediterráneo, dónde al ser clima árido y con lluvias torrenciales se produce una gran erosión del suelo.
Aquí la práctica de la agricultura no es dominante, eliminando así problemas como la destrucción de la cubierta vegetal, el agotamiento de los suelos por prácticas intensivas, el abuso de pesticidas y plaguicidas, la salinización de los suelos… Además la abundancia de prados naturales no induce al pastoreo excesivo.
Por otro lado, la orografía y el clima han permitido el mantenimiento de numerosos bosques y vegetación, siendo baja la media de deforestación, lo que ayuda a proteger los suelos contra la erosión.
c) La desertificación es la degradación de la tierra en regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores las variaciones climáticas y actividades humanas.
Los principales factores físicos que inciden en la desertificación son de índole climática, especialmente la escasez de precipitaciones ligada a altas temperaturas, responsables de la aridez. El problema se agrava cuando se producen sequías recurrentes o cuando, con frecuencia, las precipitaciones se producen de manera torrencial. También influyen los suelos de mala calidad. En estas condiciones la cubierta vegetal puede llegar a ser pobre y discontinua, no protegiendo el suelo y favoreciendo la erosión. Todos estos factores son propios de las áreas de clima mediterráneo.
Por su parte, las tres principales actividades humanas que son causa de la desertificación son el sobrepastoreo, la deforestación y las prácticas de una agricultura no sustentable. El sobrepastoreo y la deforestación destruyen el estrato de vegetación protectora que cubre el suelo y lo exponen a la erosión, haciendo posible que la erosión hídrica y eólica eliminen los fértiles estratos superiores del suelo.
Las prácticas agrícolas no sustentables (roturaciones de suelos frágiles, laboreo intensivo,  quema de rastrojos, mal uso del riego y de productos químicos…) eliminan los nutrientes del suelo, salinizándolo, desecándolo, compactándolo o sellando su superficie y provocando la acumulación de sustancias tóxicas.
La deforestación es asimismo causa directa de desertificación, pues la desnudez del suelo ligada a las fuertes pendientes favorecen la rápida pérdida de suelo.
También podemos señalar como factores humanos el abandono de la tierra, el urbanismo incontrolado, los negativos impactos medioambientales de las grandes infraestructuras, etc.
d) Contra la desertificación se aplican programas como el PAND y el LUCDEME, que persiguen como objetivos:
·        Proteger la vegetación como elemento protector del suelo contra la erosión del viento y del agua.
·        Aplicar correctas políticas de repoblación forestal.
·        Mantener el cuidado de los bosques y políticas efectivas de control de incendios forestales.
·        Fomentar el uso correcto y sostenible de prácticas agrícolas y ganaderas.
·        Usar técnicas de rehabilitación de las tierras parcialmente degradadas
·        Apostar por modos de vida alternativos que no dependan del uso tradicional del suelo.
 
 
PRÁCTICA 3

A continuación aparece el mapa de la división regional y provincial de Javier de Burgos de 1833. En base al mismo conteste a las preguntas que respecto a él se plantean.
 
 
 
a) Identifica, señalando el número que les corresponde, las 20 provincias señaladas sobre el mapa. 
               ESTO ES UN EJEMPLO PUEDEN SER CUALQUIERA OTRAS PROVINCIAS.
 b) Señala los cambios que en el mapa político se advierten entre la división de 1833 y la de 1978.
 c) Comenta cuál es la naturaleza política de las Comunidades Autónomas.
 d) Haz un breve comentario sobre la naturaleza de los nacionalismos políticos en España.
RESPUESTAS
a) 1. Lugo ; 2: Zamora; 3: Valladolid; 4: Burgos; 5: Guipúzcoa; 6: Logroño; 7: Huesca; 8: Lérida; 9: Tarragona; 10: Teruel; 11: Cuenca; 12: Toledo; 13: Cáceres; 14: Badajoz; 15: Ciudad Real; 16: Albacete; 18: Almería; 19: Málaga y 20 : Santa Cruz de Tenerife.
b)  En 1978, y al amparo del título VIII de la Constitución, se inicia la reordenación territorial que da al país el actual diseño autonómico Aunque aparentemente es una reforma muy radical, en lo que afecta al diseño territorial los cambios son poco importantes: 11 de las 15 antiguas regiones permanecen invariables (Galicia, Asturias, País Vasco; Navarra, Aragón, Cataluña; Comunidad Valenciana; Extremadura, Andalucía, Baleares y Canarias).
Los principales cambios afectaron a Castilla la Vieja, que antes de unirse a León para formar Castilla-León, pierde Santander y Logroño, que pasan a crear las comunidades de Cantabria y La Rioja, respectivamente. De Castilla La Nueva se separó Madrid, que quedó también configurada en comunidad uniprovincial, aunque la pérdida se compensó con la incorporación de Albacete, que a su vez, quedó desgajada de Murcia, que de esta forma se constituyó también en comunidad uniprovincial-
c)Una comunidad autónoma es una entidad territorial que está dotada de autonomía legislativa y competencias ejecutivas, así como de la facultad de administrarse mediante sus propios representantes.
Las comunidades tienen competencias exclusivas en diversos asuntos, otorgadas por la constitución: políticas: organizar sus instituciones de autogobierno; económicas (agricultura, ganadería, pesca, comercio…); en infraestructuras y transportes (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, etc.); en ordenación del territorio: urbanismo, medio ambiente y vivienda; sociales y sanitarias (asistencia social, sanidad…) y culturales, deportivas y de ocio (museos, bibliotecas, conservatorios, investigación, turismo, etc.). Ayudan a completar las redes de transportes y atienden mejor el territorio
El estado de las autonomías ha venido a introducir un mayor variedad geográfico-política: Comunidades de 9 provincias a otras uniprovinciales, algunas de gran extensión y otras minúsculas, interiores, periféricas, insulares, muy pobladas o poco pobladas, equilibradas en sus recursos o desequilibradas.
d) Sin duda el que tiene mayor raigambre histórica es el catalán. Ya Felipe V tuvo que utilizar la fuerza para aplastar al nacionalismo catalán y la Constitución republicana de 1873 reconoció la identidad de Cataluña al darle categoría de Estado libre dentro de una España federal.
Una cultura reconocida, una lengua de gran tradición literaria y de uso normalizado, profundas raíces históricas… colocan al nacionalismo catalán como al más claramente definido del Estado.
Por contra, salvo en algunas peculiaridades culturales y una lengua de uso minoritario, hace algunos años casi en desuso y de forzada recuperación, el nacionalismo vasco es fruto de una reciente creación política. El componente racial es discutible y las raíces históricas resultan siempre muy forzadas.
 

TEMA 19

TEMA 19: ESPAÑA EN SU DIVERSIDAD REGIONAL
1. El proceso de organización político-administrativa de España.
España es uno de los estados más antiguos de Europa y, sin embargo, sigue la discusión sobre su identidad e incluso sobre su unidad. En la base de la discutible unidad de España hay razones geográficas. España es, ante todo, un país de contrastes geográficos, casi un continente en miniatura. Su territorio está muy compartimentado por el diseño del relieve, y su diversidad potenciada por la variedad física (litológica, edáfica, climática, biogeográfica...) y humana (desigual reparto de población y actividades económicas, notable oposición entre el interior y la periferia...) En definitiva, una geografía que favorece más las diferencias que las uniformidades.
También la historia ejerce el mismo papel. El carácter de España como encrucijada geográfica –entre dos mares y dos continentes- le permitió ser lugar de paso o llegada de numerosos pueblos y culturas (fenicios, griegos, cartagineses, romanos, judíos, musulmanes...) que han dejado su influencia. Nuestra riqueza cultural tiene mucho que ver con todo ello pero, a cambio, se han potenciado las diferencias que contribuyen a la falta de vertebración de España.
La primera organización territorial general de España llega cuando Roma divide Hispania en dos provincias: Citerior y Ulterior. Más tarde, Augusto define tres provincias: Bética, Lusitania y Tarraconensis, subdivididas administrativamente en conventos jurídicos. Esta división es el origen de futuros territorios con personalidad propia: Andalucía, Aragón, Cataluña-Valencia y Extremadura. En el Bajo Imperio Hispania se articuló en seis provincias: Bética, Lusitania, Tarraconensis, Cartaginensis, Gallaecia y Balearica. Más tarde los Visigodos imponen una división provincial que es casi un calco de la romana.
La invasión musulmana inició un largo proceso de casi ocho siglos durante los cuales el “mapa de España” está sometido a continua transformación, como resultado de la Conquista, Reconquista y las complejas relaciones entre Al-Andalus y los diferentes reinos cristianos y el mapa peninsular se complicará aún más tras la disgregación del Califato, cuando a la diversidad de reinos cristianos se suma la variedad de reinos de taifas en territorio musulmán.
El reinado de los Reyes Católicos se ha venido considerando como el inicio definitivo de la unidad de España, pero ello es muy matizable. Cada reino conservó sus Cortes e instituciones, su moneda… y, tras la muerte de Isabel, sólo razones dinásticas explican que ambos reinos volvieran a unirse bajo el emperador Carlos. Poco después Felipe II tuvo que enviar tropas castellanas a Aragón para acabar con el nacionalismo.
Entre los siglos XVI y XVII la estructura político-territorial de España seguía sin ser unitaria. Castilla, Aragón y Navarra mantuvieron sus instituciones (dentro de la Corona de Aragón se repetía la situación entre los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca) y continuaba la multiplicidad de jurisdicciones y privilegios forales.
La situación cambia con la llegada de los Borbones. Los decretos de Nueva Planta suprimieron las leyes e instituciones propias del reino aragonés e implantan un modelo centralizado, lo que lleva a modificaciones en el diseño territorial (ver mapa).
No será hasta 1833 cuando se produzca la definitiva desaparición de los reinos como entidades administrativas. Entonces, Javier de Burgos creó la aún vigente división provincial (49 provincias que se convirtieron en 50 en 1927 al dividirse la de Canarias en dos).
Será en 1978 cuando, amparándose en el título VIII de la Constitución, se inicie la reordenación territorial que da al país el actual diseño autonómico, que realmente no introduce grandes cambios en el diseño territorial, ya que 11 de las 13 antiguas regiones permanecen invariables. Los principales cambios afectaron a Castilla la Vieja, que antes de unirse a León para formar Castilla-León, pierde Santander y Logroño, que pasan a crear las comunidades de Cantabria y La Rioja. De Castilla La Nueva se separó Madrid, que quedó también configurada en comunidad uniprovincial, aunque la pérdida se compensó con la incorporación de Albacete, a su vez, desgajada de Murcia, que quedó también como Comunidad autónoma uniprovincial.
2. Las Comunidades Autónomas y regiones.
La estructura de España en CC.AA. se recoge en la actual Constitución. Una comunidad autónoma es una entidad territorial dotada de autonomía legislativa y competencias ejecutivas, así como de la facultad de administrarse mediante sus propios representantes.
Desde mediados del XIX se buscará romper el centralismo administrativo, optándose entre el federalismo y la autonomía, aunque será a finales del XIX cuando empiecen a manifestarse los regionalismos o nacionalismos. Estos  identificarán, como los románticos, nación y pueblo, y mitificarán su historia, sus leyes y fueros, sus costumbres, su lengua, etc. hasta desarrollar un movimiento político denominado nacionalismo periférico porque se materializó en algunas regiones periféricas: Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía, fundamentalmente.
Los nacionalismos comienzan proponiendo que sus regiones tengan autonomía de gobierno frente al poder central y, hacia 1913, se acepta que las provincias puedan mancomunarse, cosa que aprovechan Cataluña, País Vasco, Asturias..., pero la dictadura de Primo de Rivera corta el proceso.
La Constitución de la segunda República reconoció el derecho a la autonomía, pero el proceso fue lento. Se presentan numerosos proyectos de estatutos de autonomía (Cataluña, País Vasco, Aragón, Galicia, Andalucía...) pero sólo se aprobaron el catalán y el vasco, este ya en plena guerra civil y sin ninguna consecuencia real.
El régimen de Franco eliminó cualquier posibilidad de autonomía, por lo que con la transición democrática el problema de la estructura de España volvió a aparecer. La Constitución de 1978 intentó resolverlo en el título VIII, donde España se define como un Estado plurinacional y se reconoce el derecho a la autonomía de las regiones, marcando cual debía ser el proceso de acceso a la misma. Tras este proceso se establece la existencia de 17 autonomías.
La Constitución establece que las comunidades tienen competencias exclusivas en diversos  asuntos: políticas (organizar sus instituciones de autogobierno); económicas (agricultura, ganadería, pesca, comercio…); en infraestructuras y transportes (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos…) y en ordenación del territorio (urbanismo, medio ambiente y vivienda); sociales, sanitarias y culturales, deportivas y de ocio (museos, bibliotecas, turismo, etc.). 
Al generalizarse las autonomías la provincia perdió la importancia que antes tenía y se convirtió en el ente que agrupa a los municipios, a la vez que se revalorizaban las comarcas en el interior de cada autonomía, al quererse potenciar el valor económico o turístico de comarcas que hasta ahora habían sido infravaloradas. En algunas CC.AA., como Cataluña, las comarcas tienen poder administrativo, mientras  que   en   otras,   como   Andalucía, son denominaciones de zonas geográficas con características físicas comunes.
El estado de las autonomías ha venido a introducir un mayor variedad geográfico-política: Comunidades de 9 provincias a otras uniprovinciales, algunas de gran extensión y otras minúsculas, interiores, periféricas, insulares, muy pobladas o poco pobladas, equilibradas en sus recursos o desequilibradas.
3. Desequilibrios regionales.
3.1. Contrastes regionales.
La simple visión del mapa autonómico nos muestra grandes contrastes: comunidades muy pequeñas frente a otras que superan en tamaño a Portugal (Castilla-León); comunidades uniprovinciales y otras que reúnen 8 o 9 provincias (Andalucía y Castilla-León).
Las CC.AA. litorales disponen de mejores condiciones geográficas y mayores recursos (costas, climas, suelos…), lo que ha favorecido el desarrollo de determinadas actividades (industria, turismo, agricultura intensiva…), estimulado su crecimiento demográfico y potenciado su desarrollo económico.
Por contra las comunidades interiores –a excepción de Madrid- presentan peores condiciones naturales: climas continentalizados, orografía compleja, suelos de poca calidad… Por eso suelen ser las zonas menos densamente pobladas y las peor dotadas de infraestructuras y tejido industrial.
En este panorama tienen mucho que ver la historia y determinadas decisiones de carácter político, pero también los factores geográficos naturales. Todos estos factores, entrecruzados, han creado importantes desequilibrios, evidentes en los capítulos demográfico, económico y social
3.2. Desequilibrios demográficos. La población se distribuye muy desigualmente sobre el territorio. La densidad media para España es de 93 hab/Km2, pero con grandes diferencias entre comunidades y provincias: De los más de 750 hab/Km2 de Madrid a los 25 de Castilla-La Mancha.
Hay un fuerte contraste entre un litoral muy poblado y un interior semivacío. La prueba es que casi la mitad de la población se concentra en sólo 4 CC.AA: Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia; mientras en la España interior hay grandes zonas con bajas densidades. Las fuertes densidades de la periferia se acentúan sobre todo en las CC.AA. mediterráneas y las principales islas, frente a las que encontramos un progresivo vacío del interior, salvo en zonas como Madrid y  su entorno y los ejes del Ebro y del Guadalquivir. 
El contraste se da también en los comportamientos demográficos: Al mayor crecimiento natural de Murcia, Madrid, Andalucía… se opone el crecimiento negativo de la Cornisa Cantábrica, Galicia o Castilla-León
3.3. Desequilibrios económicos y sociales. El PIB por habitante y las tasas de actividad y paro reflejan muy bien las disparidades económicas y sociales entre regiones.
El PIB medio por habitante en 2013 era de unos 22.700 €. Mientras País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña… estaban muy por encima, otras CC.AA. como Extremadura o Andalucía no alcanzaban los 20.000 €
Si observamos la tasa de actividad (media del 59,4% en diciembre de 2013), la Comunidad que presentaba mayor tasa era Baleares (63%), seguida de Madrid, Canarias, Cataluña… (todas con más del 60%) Por contra Asturias apenas superaba el 52% y Castilla-León, Galicia y Extremadura se situaban por debajo del 55%
Idénticos contrastes encontramos respecto a la tasa de paro. Mientras Andalucía (36,3%), Extremadura, Canarias o Castilla-La Mancha superaban el 30% (EPA de diciembre del 2013), País Vasco o Navarra están por debajo del 20% y La Rioja, Cantabria, Aragón, Madrid o Galicia estaban por debajo del 22%.
4. Políticas regionales y de cohesión.
Los desequilibrios regionales, al menos en materia industrial, ya intentaron ser corregidos por los Planes de Desarrollo del franquismo, que pueden considerarse el antecedente de las políticas regionales.
Más tarde, la creación del Estado de las Autonomías ponía de relieve las diferencias económicas entre unas comunidades y otras y la necesidad de reducirlas, lo que, a partir de nuestro ingreso en la U.E. en 1986, habría de hacerse ciñéndose a las normativas comunitarias.
Actualmente la política regional del estado se aplica a través de cuatro instrumentos: los fondos estructurales del la U.E., los de cohesión, los de compensación interterritorial y los incentivos regionales.
4.1. Los Fondos Estructurales de la U.E. Fueron creados con el objetivo de fomentar el empleo y la movilidad profesional y geográfica de los trabajadores. El primero en crearse fue el Fondo Social Europeo (FSE), después el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria (FEOGA) y finalmente el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
En 1987 se aprobó el Acta única Europea, que reforma los fondos estructurales con nuevos objetivos: Fomentar el desarrollo de las regiones menos desarrolladas; combatir el paro de larga duración a través del FSE; acelerar la adaptación de las estructuras agrarias y fomentar el desarrollo de las áreas rurales y  reconvertir las regiones afectadas por el declive industrial.
4.2. Los Fondos de Cohesión. Creados en 1992 por el tratado de Maastricht, pretenden reducir los desequilibrios económicos y sociales de la U.E. Estos fondos se adjudicarían a países que tengan un PIB per cápita inferior al 90% de la media comunitaria, pero las sucesivas ampliaciones de la U.E. los limitó a las regiones de menor nivel, las regiones de objetivo 1; en el caso de España: Andalucía, Extremadura y Galicia.
El mayor desarrollo de España, junto al menor nivel de renta de algunos nuevos socios comunitarios, ha hecho que se reduzcan los fondos de cohesión para España que, de esta manera, acabará convirtiéndose en contribuyente neto de estos fondos (aportará más de lo que recibe).
4.3. Los Fondos de Compensación interterritorial. El artículo 2 de nuestra Constitución establece el principio de solidaridad entre las regiones del Estado. Aplicando dicho principio y con el objetivo de corregir los desequilibrios regionales en 1980 se creó el Fondo de Compensación Interterritorial que, desde nuestro ingreso en la U.E., debe coordinarse con los Fondos Estructurales, por lo que acabó beneficiando sólo a las comunidades catalogadas como Objetivo 1.
4.4. Los Incentivos Regionales. Son ayudas financieras que concede el estado para fomentar la actividad industrial y van dirigidas a zonas concretas. Debe ser la U.E. la que autorice dichos incentivos, al objeto de que se respete el principio de libre competencia.
Los sectores prioritarios para recibir incentivos son las industrias mineras y transformadoras, las agroalimentarias, la acuicultura, estructuras comerciales, alojamientos turísticos, etc.
Las regiones más beneficiadas por los incentivos regionales han sido Andalucía, ambas Castillas, Galicia y Asturias.
IMÁGENES DEL TEMA: EVOLUCIÓN DE LA DIVISIÓN DE ESPAÑA




DIVISIÓN REGIONAL EN 1833


TEMA 18

TEMA 18: GEOGRAFÍA Y MEDIO AMBIENTE EN ESPAÑA
1. LA ACCIÓN HUMANA Y SUS IMPLICACIONES AMBIENTALES.
El medio ambiente está compuesto por el hombre, la fauna, la flora, el suelo, el agua, el aire, el clima y el paisaje, así como las interacciones entre estos factores, los bienes materiales y el patrimonio cultural.
En este sentido el hombre es parte del medio ambiente que queda afectado  cuando aquél, al buscar cubrir sus necesidades mediante las actividades económicas, lo modifica, con lo que podría comprometer las posibilidades de próximas generaciones de poder satisfacer las suyas, sobre todo cuando provoca daños irreversibles a los recursos disponibles o reduce la disponibilidad futura de los mismos.
Hay quien cree que el problema lo resolverá el desarrollo técnico y científico, pero éste ya ha generado un elevado costo ambiental y el beneficio del progreso se limita a una pequeña parte de la humanidad. Además, tanto en las economías capitalistas como socialistas se observa un elevado deterioro ambiental, por lo que el modelo económico no parece ser determinante de una mejor o peor situación ambiental.
Como el uso y transformación del medio natural por el hombre dada la necesidad de recursos parece irrenunciable, cualquier política medio ambiental debe partir del concepto de desarrollo sostenible: Modelo destinado a satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.
Esto conlleva un modelo de crecimiento que garantice la reposición de los recursos naturales,   privilegie los sectores que cubren necesidades esenciales, promueva tecnologías favorables al medio ambiente, impulse un uso racional de la energía e incremente el potencial de los ecosistemas naturales.
Ello debe hacerse analizando los impactos que la actividad humana tiene sobre el medio y los riesgos que éste tiene para las personas y su hábitat, y en ello juega un papel importante la geografía, pues el resultado de las transformaciones del medio en relación con estas actividades son los paisajes geográficos
2. LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS Y EL MEDIO AMBIENTE.
    2.1. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES DERIVADOS DE LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR PRIMARIO
            2.1.1. Degradación provocada por la agricultura. Esta degrada el medio ambiente de tres formas:
a) Mediante las ROTURACIONES. Al crecer la población mundial aumentó la necesidad de alimentos. Para obtenerlos se ampliaron las tierras cultivadas roturando otras nuevas. Casi siempre esto se hace deforestando. A menudo estas tierras se abandonan por agotamiento de los suelos o a consecuencia del éxodo rural. Tras ello el suelo desnudo se erosiona y se inicia la desertificación.
b) Mediante los REGADÍOS. El riego, por exceso o mal uso, provoca graves daños:
·Si la tierra se riega en exceso se eleva el nivel de la capa freática, que acaba alcanzando y pudriendo las raíces de las plantas, afectando a la vegetación natural.
·El riego en climas áridos y calurosos puede provocar la salinización del suelo, ya que cuando la tierra está húmeda el intenso calor hace que el agua ascienda por capilaridad, disolviendo y arrastrando las sales del suelo. Cuando ese agua se evapora cerca de la superficie deja allí gruesas costras de sal.
·El riego excesivo utilizando aguas subterráneas acaba agotando los acuíferos.
c) El uso excesivo o incorrecto de PRODUCTOS QUÍMICOS plantea los siguientes problemas:
*Son productos de acción indiscriminada que pueden perjudicar a seres muy beneficiosos como incestos polinizadores, aves insectívoras que se alimentan de ellos u hongos y bacterias que descomponen la materia orgánica.
*Muchos productos químicos son muy difíciles de eliminar y acaban incorporándose a la cadena trófica causando graves daños: Alteran algunas funciones de los seres vivos: (producción de leche, calcio...), afectando a muchas especies o disminuyendo su variedad; al llegar al mar dañan las algas y el plancton…
2.1.2. La degradación provocada por la ganadería. El pastoreo abusivo degrada la vegetación, ya que el ganado se come los brotes tiernos e impide el crecimiento de las plantas. Además, los rebaños pisotean el suelo y lo compactan, causando un doble daño: Impiden el filtrado del agua, resecando los suelos, e impiden el crecimiento de los primeros brotes. Posteriormente, al quedar la tierra desprovista de la defensa de la vegetación se erosiona rápidamente.
La ganadería intensiva estabulada contamina por la producción de purines: una mezcla de excrementos sólidos y líquidos, diluida en las aguas de limpieza de los establos que contaminan el suelo y las aguas.
Añadir los incendios forestales provocados para conseguir pastos o la lucha que los ganaderos han mantenido frente a especies que compiten con sus ganados o pueden depredarlos (osos, lobos...) causando su retroceso e incluso su extinción.
2.1.3. La degradación provocada por las actividades pesqueras debido a la sobreexplotación de los recursos, bien por sobrepesca o por la utilización de artes muy agresivas que dañan los fondos marinos y, por consiguiente, los recursos, caso de las artes de arrastre, el trasmallo o las redes de deriva.
2.1.4. La destrucción de los bosques. La agricultura produjo una progresiva desaparición de los bosques, acelerada con la creciente necesidad de madera y papel. La destrucción de bosques puede deberse a:
*La explotación directa de sus recursos: madera, leña, corcho...
*Su tala para conseguir tierras de cultivo.
*El pastoreo del bosque, que destruye el sotobosque, lo que reduce la diversidad vegetal e impide el crecimiento de árboles nuevos y la regeneración del bosque.
*Los incendios forestales, especialmente graves en climas mediterráneos.
Cuando desaparece el bosque la erosión se acelera, además, la pérdida colabora al cambio climático, pues producen oxígeno, absorben CO2 y se comportan como auténticas zonas húmedas
2.1.5. La erosión del suelo. Uno de los más graves problemas medioambientales, causado por la destrucción de la cubierta vegetal y la degradación de los suelos. Ambos hechos van unidos, pues la pérdida de suelo provoca la disminución de vida vegetal e influye negativamente en la actividad agraria.
El problema afecta a 2/3 del territorio español. Gran parte de las zonas costeras mediterráneas, Canarias, zonas de Andalucía oriental y central y puntos de la Meseta y el valle del Ebro, están sufriendo problemas de desertificación y degradación por:
·       Problemas agrarios: Roturaciones de suelos frágiles, erosión por el laboreo intensivo, sobrepastoreo o quema de rastrojos, ya que estos protegen el suelo del impacto de la precipitación, facilitan la infiltración del agua, reducen la evaporación... Su eliminación, pues, favorece la erosión.
·       Incendios forestales, que eliminan la vegetación y exponen el suelo a la erosión.
·       Daños sobre el litoral, sometido a un desarrollo urbano agresivo a consecuencia del boom inmobiliario.
2.2. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES RELACIONADOS CON LA INDUSTRIA
     Las actividades industriales son responsables de daños a la atmósfera y a las aguas. Veámoslo.
2.2.1. La contaminación atmosférica. Puede proceder de tres fuentes:
   *Los trabajos sobre materiales sólidos: minas, canteras, obras de construcción...
   *De las reacciones químicas que producen los gases industriales.
   *De la combustión de hidrocarburos (carbón, petróleo...).
Pero mucho más importante que el origen son las consecuencias. Estas son:
a) En los animales los altos índices de contaminación provocan enfermedades o reducen su productividad. En el hombre agravan enfermedades cardiovasculares.
b) Especialmente grave es el efecto de la LLUVIA ACIDA. Consiste en la presencia en la atmósfera de óxidos sulfurosos y nítricos procedentes de la combustión de hidrocarburos, que en contacto con la humedad del aire se convierten en ácido sulfúrico muy diluido que al precipitarse sobre los bosques daña la vegetación.
c) Daños sobre los monumentos, ya que el dióxido de azufre o el carbono atacan las piedras y las desmoronan, provocando el llamado MAL DE LA PIEDRA.
d) Sin embargo, los dos efectos más graves son los provocados sobre el clima:
  ·EFECTO INVERNANDERO: La contaminación provoca el aumento en la atmósfera del CO2 y otros gases contaminantes. Estos tienen la capacidad de retener calor, impidiendo que escape a las zonas altas de la atmósfera. Con ello las capas bajas se van recalentando. Las consecuencias pueden ser catastróficas: el aumento de temperatura puede provocar prolongadas sequías, lluvias torrenciales o que se vayan derritiendo los hielos permanentes, sobre todo en los Polos. Con ello subiría el nivel del mar y se inundarían amplísimas zonas costeras del Planeta.
   ·Algunas sustancias como los C.F.C. rompen las moléculas de ozono, destruyendo la capa que nos protege de las radiaciones ultravioletas. Es el conocido como efecto del AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO.
   
2.2.2. Contaminación del agua. Distinguiremos entre contaminación de las aguas continentales y marinas
a) La industria contamina las aguas continentales por:
*Los vertidos industriales sobre los ríos: ácidos, detergentes, alcoholes, alpechines...
*Las filtraciones contaminantes que llegan a las bolsas de aguas subterráneas.
*Indirectamente a través de los productos químicos procedentes de la agricultura y arrastrados por la lluvia o el agua de riego, o los desechos urbanos cuando no existen depuradoras: detergentes, lejías…
b) La industria contamina las aguas marinas por:
   *Los vertidos industriales, siendo muy peligrosos los metales pesados (plomo, mercurio...)
   *Los vertidos de hidrocarburos, sobre todo cuando se originan mareas negras.
Todos estos hechos tienen muy graves consecuencias, sobre todo:
   *Daños sobre el plancton y las algas, que son la base de la vida marina y productores de oxígeno.
   *La desaparición de muchas especies y la disminución de las capturas de pescado.
   *La progresiva pérdida de calidad del agua del Planeta.
2.2.3. La contaminación radiactiva. Relacionada con la producción de energía nuclear y la incapacidad de controlar la radiactividad y eliminar los residuos radiactivos. De esta manera el peligro viene de:
   *Las centrales nucleares, que pueden verse afectadas por graves accidentes.
   *El transporte de material nuclear o sus residuos, ya que siempre caben accidentes.
   *El grave problema de los residuos nucleares. El hombre no sabe qué hacer con ellos y son altamente peligrosos ya que son radiactivos durante miles de años.
2.3. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES CAUSADOS POR LAS ACTIVIDADES TERCIARIAS.
    Entre los subsectores del terciario que pueden tener un negativo impacto medioambiental debemos destacar el transporte y el turismo que, entre otros, causan los siguientes daños medioambientales:
·Contaminación atmosférica. Derivada del uso masivo de los transportes, responsable de la emisión de gases tóxicos. Sus niveles dependerán del número de vehículos, la cantidad de desplazamientos o la situación atmosférica: las situaciones anticiclónicas estancan el aire y concentran los contaminantes.
·Contaminación del agua y el suelo. La concentración de población en las zonas turísticas en temporada alta provoca la acumulación de vertidos y basuras que contaminan el suelo y las aguas.
·Contaminación acústica. Muy frecuente en zonas turísticas con una gran concentración de establecimientos de ocio (bares, pubs, discotecas...), pero también en las cercanías de los aeropuertos.
·Contaminación visual. Los paisajes naturales son alterados por la construcción de infraestructuras de transporte (autopistas, líneas férreas, aeropuertos y puertos...), instalación de tendidos eléctricos...
·Turismo. Su desarrollo, ligado al boom inmobiliario, ha supuesto daños al litoral por falta de planificación y especulación amplios sectores mediterráneos ofrecen un paisaje de hormigón a pie de playa que ha destrozado sus ecosistemas naturales. Además, despilfarro de agua (piscinas, campos de Golf). Además, el turismo implica movilidad y los medios de transporte generan gases contaminantes.
3. CONSECUENCIAS MEDIOAMBIENTALES DE LA URBANIZACIÓN
La urbanización implica la alteración y, a veces, la total desaparición del medio natural. Las aglomeraciones urbanas y sus actividades (industria, transporte…) liquidan los ecosistemas naturales, alteran el suelo, las aguas y la calidad del aire. Los efectos rebasan los límites de la ciudad.
· La contaminación del aire. Las emisiones urbanas representan una parte importante de los gases de invernadero y los que destruyen la capa del ozono.
· Las ciudades alteran el equilibrio natural de calor, pues el generado por la propia ciudad, combinando con el natural, queda atrapado por las estructuras urbanas y es liberado más lentamente durante la noche, creando un efecto de “isla de calor”. Las inversiones térmicas son también comunes sobre las ciudades, atrapando las emisiones contaminantes y contribuyendo a la formación del nocivo smog.

·  El problema del agua. La urbanización crea impactos sobre el ciclo hidrológico. Así:

Los recursos hídricos cercanos a las ciudades llegan a ser insuficientes, obligando a explotar fuentes más remotas. Además, el deterioro de la calidad del agua obliga a acentuar su tratamiento químico.

El bombeo excesivo de aguas subterráneas hace disminuir el nivel freático, provoca salinización e incluso hundimientos en el terreno que dañan las estructuras urbanas (efectos del terremoto de Lorca).
La impermeabilización de la tierra en las áreas urbanas (asfalto, acerados….) cambia la circulación natural del agua, provocando inundaciones más frecuentes o reduciendo la recarga de los freáticos.
La falta de depuración de desechos urbanos e industriales contribuye al deterioro de la calidad del agua.
· El problema de los residuos sólidos urbanos. Estos, producidos en grandes cantidades, son difíciles de eliminar, ya que muchos no se descomponen o lo hacen lentamente. Si no son tratados provocan:
Ø  Contaminación atmosférica:  Casi la mitad de los gases generados en los vertederos es metano, un gas de efecto invernadero que, además, provoca incendios y explosiones
Ø  Contaminación del suelo cuando es cubierto por residuos no biodegradables. Consecuencia directa es la desaparición de la flora y la fauna de la región y la pérdida de nutrientes.
Ø  Contaminación de las aguas superficiales o subterráneas: El agua que se filtra en los vertederos (lixiviados) arrastra sus sustancias tóxicas y contamina los freáticos, siendo muy grave la contaminación por metales pesados (plomo, mercurio, cadmio…)
Ø  Pestilencias: la descomposición de la materia orgánica provoca una serie de malos olores.
Ø  Proliferación de plagas: Los residuos incontrolados favorecen la proliferación de plagas de roedores e insectos que pueden ser portadores de enfermedades.
Ø  Degradación del paisaje por acumulación de residuos.

· Degradación de tierras y ecosistemas. La ciudad difusa en el área periurbana ejerce gran presión sobre los ecosistemas cercanos, provoca pérdida de zonas de gran valor ecológico, suelo agrario…

· Ocupación de áreas peligrosas. La urbanización sin control de áreas de inundación y laderas empinadas provoca la erosión del terreno y hace que las construcciones y personas que habitan estas áreas se exponen a peligros debido a inundaciones, avalanchas de tierra y lodo.

· Contaminación acústica y visual. Sus principales causas son las relacionadas con el transporte, construcción, industria, actividades de ocio… La visual rompe la estética de una zona o paisaje.

·  Daños a bienes culturales. La contaminación del aire acelera la descomposición y destrucción del patrimonio cultural. El mayor impacto lo provoca el llamado mal de la piedra.

4. LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL.
4.1. Marco general. Desarrollo sostenible y normas básicas
El cuidado del medio ambiente no puede limitarse a un mero catálogo de restricciones o leyes proteccionistas, por lo que cada vez más se impone el concepto de Desarrollo sostenible, que intenta combinar desarrollo económico y respeto al medioambiente.
Tanto la Constitución Española como el Tratado de funcionamiento de la U.E. o la ONU (Convenio de Aarhus) establecen la obligación legal de la conservación del medio ambiente. Entre las directivas de la U.E. destaca la referida a la necesidad de evaluación de impacto medioambiental.
4.2. Ante los riesgos de la naturaleza
Los principales riesgos naturales que amenazan a los seres humanos son de origen climatológico o geológico. Frente a los de origen climatológico (inundaciones, sequías, huracanes, temporales marítimos, etc.) hay tanto medidas preventivas (predicciones climáticas, prohibición de establecer viviendas en zonas inundables…) como reparadoras (declaraciones de zonas catastróficas, seguros...).
Frente a los riesgos geológicos (terremotos, erupciones volcánicas, corrimientos de tierras) se pueden tomar medidas preventivas, como normativas específicas para la construcción en zonas de riesgo.
Hoy parece claro que las actividades humanas están en el origen o agravamiento de algunos movimientos sísmicos (terremoto de Lorca relacionado con la sobreexplotación de acuíferos, movimientos sísmicos relacionados con depósitos de gas en la costa de Tarragona), y preocupa que los proyectos de fracking previstos en varios lugares de España puedan originar cierta sismicidad o contaminación de acuíferos.
4.3. Ante los riesgos de las actividades humanas.
Hay una gran variedad de normativas y acciones sobre múltiples problemas medio-ambientales:.
Contra la emisión de contaminantes. Se aplican medidas como el requisito de calidad ambiental a los combustibles o el apoyo a energías limpias (solar, eólica,..) si bien se han reducido desde el 2011.
Frente al efecto invernadero. El estado español ratificó los acuerdos internacionales de Kioto pero en la práctica está muy lejos de cumplir con lo establecido.
Residuos sólidos. Cada vez se ponen más trabas a la simple incineración y enterramiento de los mismos, favoreciéndose la recogida separada para facilitar el reciclaje y las plantas de compostaje.
Contra la desertificación se aplican programas contra la desertificación (PAND y LUCDEME), se impulsa la reforestación, la gestión sostenible de actividades agrarias y la rehabilitación de zonas ya afectadas.
Medidas para la reforestación. Ahora se hacen aplicando criterios medio ambientales para evitar el impacto  causado por la repoblación con especies no autóctonas o con criterios economicistas.
Depuración de las aguas. Se aplica la Directiva Marco del Agua de la U.E., que impone que en 2015 todas las aguas tengan un buen estado ecológico y químico. Ha supuesto una mejora de la calidad de las aguas de los ríos y acuíferos, aunque según Greenpeace todavía queda mucho por hacer.
Conservación de los espacios naturales. En España la protección de la naturaleza se rige por la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007. Ese año los espacios protegidos ocupaban un 12% del territorio español. La CC.AA. con más superficie protegida es Andalucía y la que tiene mayor porcentaje con respecto a su territorio Canarias, que cuenta con cuatro parques nacionales.