TEMA 9: DINÁMICA Y ESTRUCTURA DE LA
POBLACIÓN ESPAÑOLA
I. LA
DINÁMICA NATURAL
1. La dinámica natural: Movimientos naturales de población.
Tasas demográficas.
1.1. Natalidad y fecundidad
a) Evolución
de la natalidad y de la fecundidad
Hasta
mediados de los 70 España fue un país con alta natalidad, pero en un corto
periodo la natalidad y la fecundidad españolas se situaron entre las más bajas
del mundo. A principios del siglo XX la T.B.N. superaba todavía el 33‰; y se mantuvo con valores altos durante la
primera mitad del siglo; salvo en momentos como la Guerra Civil. El descenso
más drástico llegó a finales de 1990.
b) Causas
de la caída de la natalidad
La
evolución de la TBN está ligada a los acontecimientos históricos: Guerra Civil,
emigración, crisis económicas… Además, los motivos de su caída son múltiples,
uniéndose los económicos, sociales, culturales e institucionales (industrialización,
urbanización, secularización), sin olvidar las demográficas,
caso de las migraciones o los cambios en la estructura de edad. Entre las más
importantes destacamos:
*Caída de la tasa de mortalidad infantil.
Antes para asegurar la descendencia y la seguridad en la vejez era necesario
tener un elevado número de hijos. Cuando cae la mortalidad infantil esto ya no
es necesario.
*Desarrollo de los métodos anticonceptivos, fundamentales en la posibilidad de llevar a
cabo una eficaz planificación familiar.
*Progresiva introducción de la mujer en el
mercado laboral, que resta tiempo a la mujer para cuidar de los hijos y por
ello se intenta limitar su número.
*El retraso de la nupcialidad, que
reduce el período de vida fértil de la pareja.
*Búsqueda de mayores niveles de renta,
ya que cuantos menos hijos se tengan mayor será la renta per cápita por familia
al reducirse los gastos por el coste de la educación y crianza de los hijos.
*Cambio de las mentalidades, tanto de
las ideas religiosas, el concepto de la familia o los nuevos modos de vida, que
han impuesto la reducción del número de hijos.
c) Distribución
espacial de la natalidad en España
La
natalidad se ha reducido en todas las
CC.AA. aunque sigue habiendo grandes diferencias. En 2015 la tasa
media de natalidad en España era del 9,02‰. Las CC.AA. de Murcia (10,9‰) y Madrid,
seguidas de Andalucía, Cataluña, Navarra y Baleares (sur y mayor desarrollo
económico) poseen las mayores tasas. Las de Cantabria, Castilla-León, Galicia
y, sobre todo, Asturias (6,18‰) las más bajas. (ver mapa 1)
1.2.
La mortalidad
Definición de Tasa bruta de mortalidad y Esperanza de vida: media
de la cantidad de años que vive una población en un cierto periodo de tiempo.
a) Evolución de la mortalidad y la
esperanza de vida
Hasta
finales del XIX la población española se caracterizaba por altas tasas de
mortalidad y baja esperanza de vida. Al iniciarse 2015 la T.B.M. estaba en el
9,06‰, pero con grandes diferencias entre CC.AA
La mortalidad
infantil ha seguido una trayectoria similar. A principios del XX, superaba
el 180‰, en los años 70 se había reducido hasta el 24‰ y hoy se encuentra en
torno al 6‰.
La esperanza de vida
también evolucionó positivamente. A principios de ese siglo se encontraba en
torno a los 35 años, en la actualidad es de unos 78 años, siendo en la mujer 7
años superior a los hombres.
b) Causas
del comportamiento de la mortalidad.
En el pasado dominaba la mortalidad catastrófica,
provocada por las crisis de subsistencia, hambrunas, epidemias, guerras, etc.,
que mantenían estancada a la población pese a la elevada natalidad. En la
actualidad se relaciona con enfermedades degenerativas en edades avanzadas y
las asociadas al modo de vida actual; enfermedades cardiovasculares y muertes
violentas (accidentes de circulación, asesinatos...). Estas causas se
pueden resumir bastante bien con las famosas «tres ces» (corazón, cáncer
y carretera). La mortalidad se concentra en aquellos estratos de población de
edades más avanzadas.
c) Factores
explicativos del descenso de la mortalidad. Fundamentalmente son:
1.
Las medidas sanitarias (avances médicos).
2. La
mejora de los recursos socioeconómicos, sobre todo de la alimentación.
3. La
combinación de factores de tipo social, económico y cultural que han
repercutido positivamente en una mejora de la salud de la población.
d) Distribución
espacial de la mortalidad en España
Por
CC.AA.: Con
tasas de mortalidad más altas están: Asturias (12,98‰), Castilla-León,
Galicia, Aragón, Galicia, Cantabria y Extremadura…; las más bajas en los
archipiélagos, Murcia y Madrid.; aunque la esperanza de vida en las regiones
del norte supera a las del sur. (Ver
mapa 2)
Hay
además diferencias favorables a las áreas urbanas respecto a las rurales como
consecuencia de la desigualdad en el acceso a la sanidad, la educación y el
nivel de bienestar.
1.3.
El crecimiento natural: La
transición demográfica.
El crecimiento natural o vegetativo depende
del comportamiento de la natalidad y la mortalidad.
a) Fases
del crecimiento natural
1ª. Primera mitad del XX:
Tasas de crecimiento altas por el descenso de la mortalidad y el mantenimiento
de altas tasas de natalidad, aunque con dos excepciones: la epidemia de gripe
de 1918 y la Guerra Civil.
2ª. De 1950
a 1970, el periodo de mayor crecimiento, fruto de la caída de la mortalidad
y el baby boom.
3ª. A partir de 1970 el crecimiento natural se
reduce a raíz de la brusca caída de la natalidad y de un leve incremento de la
mortalidad.
4ª. Posteriormente
se inició una tímida recuperación, cortada desde 2010 a causa de la crisis
económica.
b) Razones del cambio en el crecimiento
natural
Para
explicar la evolución del crecimiento natural se utiliza la teoría de la
transición demográfica, que
describe el paso del antiguo régimen demográfico, caracterizado por las
elevadas tasas de natalidad y mortalidad y un lento crecimiento, a un régimen
demográfico moderno, con un lento crecimiento, pero ahora debido a unas
tasas de natalidad y mortalidad reducidas. Entre ambos está la fase de
transición, de elevada crecimiento, consecuencia de un descenso de la
mortalidad anterior al de la natalidad. La transición demográfica se relaciona
con los procesos de modernización socio-cultural y económica.
La transición demográfica española está
caracterizada por el retraso en la
reducción de las tasas de mortalidad y natalidad.
El desplome de la tasa de natalidad con la crisis y el
repunte de la mortalidad ha conducido a España a comienzos de 2015 a un crecimiento
vegetativo negativo del -0,04 ‰, aunque el comportamiento del movimiento
natural presenta también grandes diferencias
regionales, con una oposición entre CC.AA. que mantienen incrementos
positivos (Murcia, Madrid, Andalucía, Cataluña, Navarra y los archipiélagos)
frente al resto de CC.AA. que presentan tasas negativas, destacando Asturias
(-6,8‰) y Galicia (-4,5‰) (Mapa 3)
II. LA
DINÁMICA MIGRATORIA
2. Emigración, Inmigración y saldo migratorio.
Las
migraciones repercuten tanto sobre el crecimiento real como natural de la
población. La emigración incide negativamente en el
crecimiento natural porque hace descender la fecundidad y aumenta la
mortalidad por envejecimiento de la población. Por contra, la inmigración favorece
el crecimiento natural al producir el efecto contrario. Al balance entre
emigración e inmigración se le llama saldo migratorio.
En
relación con esto España destaca por su emigración histórica hacia otros países
y, en épocas más recientes, por el trasvase de población de unas regiones a
otras, o de áreas rurales a urbanas. Estos movimientos migratorios se pueden
analizar en tres apartados:
2.1. Las
migraciones exteriores
a) La emigración al norte de África. Fue importante durante el XIX, sobre
todo a Argelia. Los emigrantes procedían de las provincias del sureste español.
b) La emigración a Ultramar. Destacó en la primera mitad del siglo XX. Los
principales países de destino fueron Venezuela, Brasil, Argentina y Cuba. La emigración a Latinoamérica se prolongó
hasta 1930, cuando la crisis económica obligó a esos países a restringir la
entrada de extranjeros.
c) La emigración a Europa. Durante
la primera mitad del XX se dirigió casi exclusivamente a Francia, pero las
necesidades de reconstrucción en Europa tras la II Guerra Mundial marcarán una
nueva fase. La necesidad allí de mano de obra, junto a las penurias económicas
y sociales de la España franquista,
impulsaron la emigración, que alcanzó su auge entre 1960-1969. Entre
1959 y 1973 salieron de España entre 1 y 2 millones de emigrantes,
preferentemente a Francia, Alemania y Suiza. Los emigrantes procedían
preferentemente de Andalucía, Galicia y el interior peninsular.
Desde 1974 el saldo
migratorio español con Europa se equilibra, pero la crisis iniciada en 2008 ha
provocado una nueva oleada de salidas, sobre todo a Reino Unido y Alemania,
sobre todo de jóvenes universitarios profesionalmente cualificados.
d) Consecuencias de las migraciones exteriores
Entre
los efectos positivos de
las migraciones se cuentan: Bajó la presión demográfica; Se alivió el volumen
de la población en paro; La entrada de
divisas contribuyó a financiar una parte del desarrollo económico español y Se
mejoró la cualificación profesional de nuestros emigrantes.
Entre las repercusiones negativas
destacan:
· La
pérdida de población joven en las regiones migratorias provocó el
envejecimiento demográfico.
· Despoblamiento
de las áreas rurales, pérdida de empleo agrario, etc.
· Los
costes sociales, ejemplificados en la ruptura familiar y el desarraigo.
· Los
ahorros de los emigrantes no generaron riqueza al invertirse en vivienda o
bienes de consumo.
2.2. Las
migraciones interiores
a) Evolución histórica. Las
migraciones interiores presentan dos etapas:
·
Desde el siglo XIX hasta la primera mitad del XX. En
esta etapa domina el éxodo rural:
movimiento masivo de población del campo a la ciudad provocado por la mecanización
agraria y la industrialización, que atrae mano de obra rural a las zonas
urbanas. En esta etapa la población tiende a abandonar las zonas rurales
para desplazarse hacia las capitales de sus provincias que, así,
comienzan a crecer de manera notable.
La industrialización de Barcelona y País Vasco y las obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera
intensificaron las migraciones interiores, aunque la Guerra civil y los años de
posguerra hicieron disminuir los desplazamientos.
· Entre
los años 1950-1970. A partir de los 50 la migración interna gana
importancia por la crisis de la agricultura tradicional, el auge industrial y
el boom turístico. Ahora los emigrantes salen, tanto de zonas rurales como de
capitales, dirigiéndose a las zonas más desarrolladas. Las provincias más
beneficiadas por la inmigración fueron Madrid, Barcelona y Valencia, mientras
las regiones generadoras de emigrantes fueron Extremadura, Castilla- La Mancha
y Andalucía oriental.
Ø Nuevas
tendencias.
· Progresiva
ampliación de las provincias con saldos migratorios positivos.
· Reconversión
de áreas tradicionalmente de inmigración en áreas de emigración, debido a la vuelta
de antiguos emigrantes: los llamados «emigrantes retornados».
· El
éxodo rural es sustituido por desplazamientos de población entre los diferentes
centros urbanos.
· Varía
también el tipo de emigrante: el actual pertenece de forma mayoritaria al
sector servicios.
b) Consecuencias de las migraciones interiores
· Para las zonas que reciben inmigrantes,
supone un cambio positivo, ya que
éstos aumentan el crecimiento real, tanto por su aporte directo como por
su repercusión positiva sobre la
fecundidad, además la estructura por
edad se ve rejuvenecida y la población activa incrementada. A cambio se deben
asumir nuevos costes para satisfacer las demandas de una población en
crecimiento.
· Las zonas de emisión de emigrantes
sufren sobre todo repercusiones negativas: Descenso de población,
envejecimiento y caída de la fecundidad.
2.3. La inmigración en España
España
ha pasado a ser –hasta época reciente- un país de inmigración, si
bien entre 2010 y 2014 el saldo migratorio de extranjeros fue negativo. A
principios de 2016 la población de extranjeros en España suponía
aproximadamente el 9,5% del total de población.
El perfil de los inmigrantes en España es variado,
pero pueden señalarse las siguientes características:
· Por sexo predominan levemente los varones, aunque se
iguala en el caso de los lationamericanos.
· Por edad suelen ser jóvenes, aunque abundan
los jubilados europeos atraídos por el buen clima. Los jóvenes universitarios
tienen cierta importancia en ciudades universitarias
· Por ocupación predomina el sector servicios,
seguido de la construcción y –a más distancia, la industria y la agricultura.
· Por su lugar de procedencia la mayor parte
proceden de Latinoamérica, lo que se explica por el trato preferente que éstos
tienen en nuestra legislación y la ventaja del idioma; seguidos de la Unión Europea y el norte de África.
· Por su situación jurídica, muchos latinoamericanos
han acabado nacionalizándose españoles; los asilados y refugiados suponen una
mínima parte del total y con respecto a los inmigrantes ilegales, este es un colectivo
compuesto por jóvenes, mayoritariamente hombres, que se emplean en agricultura,
construcción, servicio doméstico, hostelería y venta ambulante. La pobreza,
carencia de vivienda y marginación caracterizan a este colectivo.
· Por el lugar de
asentamiento, la mayoría se han afincado en las zonas más pobladas y desarrolladas
(Madrid y Cataluña suman más del 40% del total), en grandes ciudades y zonas
turísticas o de agricultura intensiva (Almería, Murcia…). El reparto
territorial tiene que ver con la nacionalidad: rumanos en el interior,
marroquíes en la costa catalana y andaluza, ecuatorianos en Madrid, alemanes en
Baleares, ingleses en la Costa del Sol…
III. ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN: DEMOGRÁFICA Y
PROFESIONAL.
3.
Composición por sexo y edad. La pirámide de edades.
La relación de masculinidad mide la
relación entre hombres y mujeres en una población. La tendencia natural es que
nazcan más varones (en España 106 por cada 100 mujeres). Actualmente la tasa de
masculinidad en España se encuentra en 96 varones por cada 100 mujeres. La
diferencia se debe, sobre todo, a la sobremortalidad masculina.
La composición
por edad. España presenta actualmente una estructura por edades envejecida
y una clara tendencia a un progresivo envejecimiento: Un 18,7% de población
anciana frente al 15,1 de población joven, que se va reduciendo. Las regiones
con población más joven son Andalucía, Murcia y Canarias; las más envejecidas Castilla
León, Galicia y Asturias. (Ver imagen)
Según
el INE, la población anciana podría alcanzar el 25% del total en 2030. El
envejecimiento obedece a la fuerte caída de la natalidad –agravada con la
crisis- y al incremento de la esperanza de vida.
La composición de la estructura por sexo y edad se
observa en las pirámides de población. La de 1900 refleja alta natalidad y baja esperanza de vida. En la de 1950 se aprecia una base más
reducida porque merman los nacimientos durante la Guerra Civil y la
sobremortalidad de ésta, visible entre los 25-39 años.
(Ver las imágenes de estas pirámides al final del texto)
En la de
2011 se aprecia: En cuanto a la estructura por edad:
·
La base es estrecha, con escasa población joven
(entre 0 y 14 años), alrededor del 15% de la población total, aunque en los dos
primeros grupos de edad se ha notado un pequeño aumento.
·
El grupo dominante es la población adulta (de 15
a 64 años), aunque sus grupos inferiores están menor representados, siendo el
grupo de edad entre 35 y 39 años el que acumula mayor % de efectivos.
·
La población anciana (más de 65 años) es muy
numerosa, superando, con el 15,8% a la población joven. Esto nos indica una
elevada esperanza de vida y un claro proceso de envejecimiento de la población.
Estructura por sexo. Sigue las
pautas generales: nacen más niños que niñas (casi el 3% de niños frente a poco
más de 2% de niñas de 0 a 4 años), pero la sex
ratio se va acercando con la edad - debido a la sobremortalidad masculina-
hasta igualarse en la barra de 50 a 54; de ahí en adelante hay más mujeres que
hombres, lo que se puede apreciar claramente a partir de los 70 años.
¿Qué razones explican el diseño de la pirámide?
·
La base es estrecha por las bajas tasas de
natalidad existentes desde los años 80. El leve incremento en los dos primeros
grupos de edad se debe a la llegada de población inmigrante joven y a un
pequeño aumento de la fecundidad entre las mujeres relacionado con la bonanza
económica de los años 90
·
La parte más ancha de la pirámide coincide con
el apogeo del famoso "baby boom".
·
De ahí en adelante el número se va reduciendo
por la menor natalidad de la guerra y posguerra y por la propia mortalidad
natural que ha ido afectando a esos grupos.
·
La población anciana está muy representada
gracias al aumento de la esperanza de vida.
·
Todo lo anterior genera un futuro demográfico
que, en relación con la crisis económica nos habla de bajada de la natalidad,
repunte de la mortalidad por el envejecimiento, descenso de la población por la
caída del crecimiento natural, el aumento de la emigración y el retorno de
emigrantes, problemas por el aumento de la tasa de dependencia, etc.
4. Estructura económica de la población
española
La población activa
ha ido aumentando, especialmente desde 1981 por el crecimiento de la
población adulta y la incorporación de la mujer al mundo laboral. En los
últimos años ha descendido como consecuencia de la crisis económica y las
dificultades que conlleva encontrar empleo. Los porcentajes más altos se dan en
las zonas con mayores posibilidades de empleo (levante, Cataluña, los
archipiélagos, País Vasco y Madrid) y los más bajos en las zonas con mayor porcentaje
de población joven o, por el contrario, envejecida. La distribución de
población ocupada por edades refleja un fuerte peso entre los 25-54 años.
Sin
embargo, la tasa de actividad española es una de las más bajas de la
U.E. situándose a finales de 2016 en el 59,28%. Según el sexo, en el año
2015, la tasa estaba en el casi 66% para los hombres frente al 53,7% para las
mujeres.
Por
su parte, la tasa de paro ha
evolucionado en España con altibajos. Entre 1973 y 1985 creció mucho debido a
la crisis del petróleo, el retorno de emigrantes y la reconversión industrial.
Entre 1995 y 2007 descendió de manera importante por efecto de la bonzanza
económica y la entrada en el mercado laboral de generaciones menos numerosas,
alcanzando su nivel más bajo en 2007 (en torno al 8,5%). La crisis de 2008 volvió a disparar la tasa,
que se situaba al terminar 2016 en el 18,91% de la población activa, una de las
más altas del contexto europeo.
El
paro afecta más a los jóvenes y las mujeres, a los trabajadores poco
cualificados y a aquellos que quedan en paro con una edad avanzada. Además el
paro tiene en España un alto componente estacional, debido a la importancia de
la actividad turística para el país. Además, afecta en mayor medida a las
CC.AA. menos desarrolladas o que cuentan con más población joven, y menos a
Madrid y las Comunidades del norte.
Por sectores económicos la
característica más notable ha sido la progresiva terciarización de la
población: Más del 76% de la población activa española se dedica a este
sector, seguido del secundario (menos del 20%) y el primario, que no alcanza ya
el 5%. La terciarización se debe al aumento del nivel de vida, el trasvase de
población del campo a la ciudad, el aumento de los servicios públicos… El
porcentaje de población dedicada al sector industrial es menor que la de otros
países de nuestro entorno, signo de la debilidad de nuestra industria.
5. Problemática demográfica actual y
posibilidades de futuro de la población española
Las proyecciones demográficas
estiman para España un futuro definido por las siguientes tendencias:
·
Un lento pero positivo crecimiento demográfico
que, no obstante, estará basado en la inmigración.
·
Al menos mientras no desaparezcan totalmente los
efectos de la crisis se mantendrán unas tasas de natalidad muy bajas.
·
La mortalidad sufrirá un incremento por el
creciente envejecimiento de la población, aunque se mantendrá la elevada
esperanza de vida
·
El proceso de envejecimiento va a continuar, ya
que las generaciones que se aproxima a edades altas son numerosas. Por eso se
estima que hacia 2050 España será uno de los países más envejecidos del mundo.
·
Se mantendrá el predominio femenino en los
grupos de mayor edad, aunque es posible que se acorte la diferencia debido a la
adopción por la mujer de hábitos hasta hace un tiempo propios del género
masculino.
·
La mujer seguirá incrementando su participación
en el mundo laboral
·
Las cifras del paro podrían disminuir pero
lentamente, debido a que las generaciones jóvenes que se acercan a la edad de
trabajar son menos numerosas.
En definitiva, el principal
problema demográfico será el del envejecimiento de la población, que puede
repercutir en el estado del bienestar, pues el envejecimiento y la escasa
fecundidad limitan el crecimiento de la población. Ante ello habrá que recurrir
a población inmigrante y a políticas natalistas para mantener el crecimiento.
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PIRÁMIDES DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA DE 1900 y 1950
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