lunes, 24 de octubre de 2016

Prácticas del 2º parcial

PRÁCTICA Nº 6.
El mapa representa la distribución de las temperaturas medias anuales en España, mediante isotermas y tramas de colores. Analice dicho mapa y responda a las preguntas siguientes:
a)  Mencione, en orden ascendente (del 1 al 10), el nombre de las diez capitales marcadas en el mapa, señalando en cada caso el intervalo de temperatura media anual que le corresponde
b)  Observe las temperaturas de la costa cantábrica y compárelas con las de la costa mediterránea andaluza. Explique si hay diferencias y cuáles son las causas de esas diferencias.
c)  A partir de la información del mapa deduzca la influencia del relieve en la distribución de las temperaturas en la Península Ibérica.



a) 1: La Coruña; Entre 12,5º y 15º (Moderada)  2: San Sebastián: Entre 12,5 y 15º (Moderada)     3: Barcelona; Entre 15 y 17,5º (Cálida)  4: Zaragoza; Entre 15 y 17,5º (Cálida)    5: Soria; Entre 10º y 12,5º (Fresca)   6: Valladolid; Entre 10º y 12,5º (Fresca)  7: Salamanca; Entre 10º y 12,5º (Fresca)   8: Badajoz; Entre 15 y 17,5º (Cálida)    9: Ciudad Real: Entre 12,5º y 15º (Moderada)   10: Murcia; Más de 17,5º (Alta)

b)      Las temperaturas medias anuales de la costa cantábrica, (entre los 12,5 y los 15º C) son más bajas que las de la costa mediterránea andaluza (entre 17,5º y 20º C). Las causas de estas diferencias son:
-La latitud: las temperaturas aumentan de norte a sur, por tanto son más bajas en la costa cantábrica; -la insolación: la costa cantábrica tiene casi la mitad de horas de sol que la mediterránea, debido en parte a la abundante nubosidad asociada a la mayor frecuencia con la que la zona es visitada por las borrascas ligadas al Frente Polar; -las diferencias entre los mares que bañan sus costas: el Atlántico tiene una temperatura inferior a la del Mediterráneo, debido a que éste tiene un carácter casi cerrado, aislado por numerosos relieves y más meridional, lo que ayuda a mantener más elevada la temperatura media a lo largo del año del litoral mediterráneo andaluz; -el relieve: los relieves paralelos a la costa cantábrica no la protegen de los vientos fríos del norte, al contrario de lo que hacen las cordilleras Penibéticas, que actúan de barrera frente a esos mismos vientos; -la dinámica atmosférica: La zona norte está más afectada por la masas de aire frío asociadas a los frentes procedentes del Atlántico norte, el anticiclón escandinavo o el invernal centroeuropeo, mientras que el mediterráneo andaluz recibe durante buena parte del año los vientos cálidos procedentes del sur (viento africano), levante o los cálido-húmedos asociados a la entrada por el Estrecho de los frentes del suroeste.
c)      El relieve influye en la distribución de temperaturas debido a que éstas descienden con la altura, de modo que los inviernos son más fríos y los veranos más frescos. Como muestra el mapa, las isotermas correspondientes a los sistemas montañosos peninsulares son inferiores a las de su entorno, notándose la influencia de la altura especialmente en los de la mitad norte peninsular. Quiere esto decir que el efecto de la altura sobre las temperaturas va disminuyendo de norte a sur. En este sentido las zonas más frías corresponden a los Pirineos Centrales, cumbres más elevadas de la Cordillera Cantábrica, Central e Ibérica. El efecto apenas se nota ya en los Montes de Toledo y muy poco en Sierra Morena, recuperándose –aunque con menor intensidad que en el norte- en las cordilleras Bética, especialmente las altas cumbres penibéticas.

PRÁCTICA Nº 7

El siguiente mapa representa, mediante isoyetas y puntos, las precipitaciones medias en España y los lugares de máxima torrencialidad. Analícelo y responda a las preguntas que se plantean.
a) Diga el nombre de las provincias que se ven afectadas por la máxima torrencialidad de las precipitaciones. 
b) Compare las precipitaciones que se reciben en el Noroeste peninsular y las que se recogen en el Sureste de la península. Diga las diferencias que existen y explique las posibles causas.
c) Comente la relación existente entre los valores de precipitaciones y el relieve de la Península.

a)     Málaga, Granada, Almería, Valencia (2), Tarragona (3), Girona (2), Badajoz, Lugo y Vizcaya.

b) Las precipitaciones que se reciben en el noroeste peninsular están por encima de los 1000 mm anuales frente a los menos de 300 mm recogidos en el sureste peninsular.
Las causas de los elevados valores en el noroeste peninsular son que esta área, perteneciente al dominio climático oceánico, recibe precipitaciones abundantes y muy regulares, debido a que, por su latitud, se encuentra todo el año bajo la acción de las borrascas atlánticas y del frente polar. Además está abierta a la influencia de masas de aire marinas, muy húmedas que, al chocar contra los relieves montañosos cercanos y paralelos a la costa (factor relieve) producen abundantes precipitaciones de carácter orográfico.
Por contra las causas de que el sureste peninsular reciba tan escasas precipitaciones son que se encuentra muy alejado del Atlántico, principal origen de los frentes que afectan a España, que al llegar a esta zona están ya muy faltos de humedad por haber recorrido una gran distancia y haber tenido que superar importantes relieves montañosos. Además, la zona se ve protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las Béticas. A ello se añade que aquí llegan con dificultad las borrascas mediterráneas. Por tanto, sólo algunas borrascas procedentes del Estrecho o las situaciones de gota fría en otoño provocan precipitaciones. Por eso la zona pertenece al clima mediterráneo seco o subdesértico-

c)     El relieve influye decisivamente en la distribución de las precipitaciones en la Península Ibérica. Las cordilleras septentrionales (Macizo Galaico-Leonés, Cordillera Cantábrica y Pirineos) están muy expuestas al paso de las borrascas atlánticas que penetran con dirección NW. Además, su cercanía a la costa y su disposición E-W favorece el efecto de lluvias orográficas. Esto explica que la vertiente meridional de estas cordilleras (sotavento) sea más seca que la septentrional.
Este efecto de lluvias orográfica se repite en la mayor parte de nuestras cordilleras, que se comportan como islas húmedas en medio de zonas mucho más secas. El efecto se va debilitando de norte a sur, pero también en función de la altura.
Especial mención merece la zona de la Sierra de Grazalema, la más lluviosa de España, explicable por el efecto orográfico, la distancia al mar, y su posición respecto a los vientos húmedos que penetran por el Golfo de Cádiz.
Por otra parte, el efecto fóehn crea a sotavento de algunos relieves zonas de acusada aridez. Es el caso de algunas comarcas en Zamora, la depresión de Ebro (Desierto de Calanda), etc.

PRÁCTICA 8

El mapa representa la distribución de precipitaciones medias anuales en España. Analícelo y responda a las siguientes preguntas:
a) Diga el nombre de las provincias situadas al norte de la línea negra continua afectadas parcialmente o en su totalidad por precipitaciones por encima de los de 800 mm anuales.
b) Comente la relación existente entre los valores de precipitaciones y el relieve de la Península.
c) Compare las precipitaciones que se reciben en el Noroeste peninsular y las que se recogen en el Sureste de la península. Diga las diferencias que existen y explique las posibles causas.



a) Pontevedra; La Coruña; Lugo; Orense; Asturias; León; Palencia; Santander; Burgos; Vizcaya; Guipúzcoa; Álava; Navarra; Huesca; Lérida; Barcelona y Gerona

b)  El relieve influye en las masas de aire, y por tanto en las precipitaciones, por su disposición, y por su altura.
La disposición del relieve puede facilitar o dificultar la penetración de las distintas masas de aire que afectan al territorio peninsular. Así la posición longitudinal (W-E) de la mayor parte de las unidades del relieve facilita la penetración hacia el interior peninsular de las masas de aire atlánticas, aunque degradándose progresivamente en su recorrido. En cambio, esta disposición no permite el libre paso de las masas de aire meridianas (N-S). Así, las masas de aire procedentes del norte llegan al sur peninsular con mucha menor humedad, y las masas de aire procedentes del sur, llegan al cantábrico resecas -tras haber salvado todas las cordilleras zonales- y caldeadas.
El sistema Ibérico, por su dirección NW-SE, presenta dos zonas pluviométricas muy diferentes: las laderas occidentales están afectadas por las borrascas atlánticas, mientras las orientales –más secas- lo están por las mediterráneas. Lo mismo puede decirse de las Béticas, cuyo flanco oriental, a sotavento de las influencias atlánticas, presenta un claro efecto foehn y son más secas.
La altura del relieve determina precipitaciones orográficas: cuando una masa de aire encuentra un obstáculo montañoso se ve obligada a ascender, su humedad se enfría y se condensa, dando lugar a precipitaciones en la ladera de barlovento; pasada la cumbre, la masa de aire desciende, se recalienta y produce sequedad por la vertiente de sotavento (efecto foehn)
c)     Las precipitaciones que se reciben en el noroeste peninsular están por encima de los 1000 mm anuales frente a los menos de 300 mm recogidos en el sureste peninsular.
Las causas de los elevados valores en el noroeste peninsular son que esta área, perteneciente al dominio climático oceánico, recibe precipitaciones abundantes y muy regulares, debido a que, por su latitud, se encuentra todo el año bajo la acción de las borrascas atlánticas y del frente polar. Además está abierta a la influencia de masas de aire marinas, muy húmedas que, al chocar contra los relieves montañosos cercanos y paralelos a la costa (factor relieve) producen abundantes precipitaciones de carácter orográfico.
Por contra las causas de que el sureste peninsular reciba tan escasas precipitaciones son que se encuentra muy alejado del Atlántico, principal origen de los frentes que afectan a España, que al llegar a esta zona están ya muy faltos de humedad por haber recorrido una gran distancia y haber tenido que superar importantes relieves montañosos. Además, la zona se ve protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las Béticas. A ello se añade que aquí llegan con dificultad las borrascas mediterráneas. Por tanto, sólo algunas borrascas procedentes del Estrecho o las situaciones de gota fría en otoño provocan precipitaciones. Por eso la zona pertenece al clima mediterráneo seco o subdesértico-


PRÁCTICA 9
El mapa muestra la insolación peninsular e insular en España. Obsérvelo y responda a las siguientes cuestiones:
a) ¿Qué provincias tienen en alguna parte o en todo su territorio menos de 60 días anuales de sol?.
b) Ponga en relación brevemente cada una de estas cuatro categorías de insolación con otros elementos y factores de los climas peninsulares e insulares y con otros elementos naturales. ¿Por qué es tan variada la insolación de Andalucía?.
c) Qué repercusiones tienen estas categorías de insolación en algunas actividades económicas. En cuáles principalmente y cómo afectan.





a) Coruña, Lugo, Pontevedra, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Navarra, León Palencia y Burgos.
b) Uno de los factores que influye es la latitud. La Península está entre los 43 y 36º N, (Canarias alcanza 27º) Ello supone variaciones en la duración media del día en verano e invierno entre su franja septentrional y meridional, lo que repercute en las horas de insolación a favor de la zona meridional.
También influye la altitud. A mayor altitud la atmósfera es más clara y menos densa, permitiendo un paso mayor de rayos solares. Esto favorece, en principio, la insolación (radiación solar) en las zonas altas. Pero esto queda matizado por otros factores relacionados con el relieve como la orientación, de forma que las zonas de solana (en España las vertientes meridionales) tendrían mayor nivel de insolación que las de umbría.
     Otro factor que influye sobre el nivel de insolación es la nubosidad que es un obstáculo a la penetración de los rayos solares, pero también la niebla, la calima… Así, como la nubosidad es mucho más abundante en el norte o en zonas costeras, allí son más reducidos los niveles de insolación.
     La nubosidad está ligada a la dinámica atmosférica. Así, la frecuente entrada de frentes procedentes del Atlántico afecta más a la fachada septentrional de España. En cambio, la mitad sur está más afectada por el Anticiclón de las Azores, aportando cielos despejados y estabilidad, que favorecen la incidencia directa del sol.
La variada insolación de Andalucía se debe a la diversidad de su medio físico. Por un lado, su latitud favorece la insolación por la menor inclinación de los rayos solares y por la abundancia de situaciones anticiclónicas con ausencia de nubosidad sobre la Depresión Bética –especialmente en verano-.
El relieve también Influye. Las Penibéticas crean un área muy continentalizada en las hoyas intrabéticas (Guadix, Baza…), encerradas entre cadenas montañosas, y el sureste andaluz, donde tanto las influencias atlánticas como las mediterráneas se ven obstaculizadas, favoreciendo la fala de nubosidad.
Por contra, la menor insolación se localizan en los enclaves montañosos, donde la altura aumenta la nubosidad y en los sectores costeros más afectados por las borrascas formadas en el golfo de Cádiz.
c) El grado de insolación repercute en varios sectores económicos. Así, las actividades del sector primario, sobre todo agricultura y ganadería, dependen de las condiciones climáticas. Los niveles altos de insolación permiten una mayor variedad de cultivos, incluyendo algunos subtropicales, aunque también acentúa la escasez de recursos hídricos al aumentar la evaporación y disminuir las reservas de agua. Por eso, numerosas técnicas agrícolas tienden a favorecer o reducir los niveles de insolación sobre la planta o el suelo.
En relación con el secundario, nuestra elevada insolación aumenta nuestro potencial de producción de energía solar.
Pero el sector económico más favorecido por la insolación en España es el turismo. El elevado número de horas de sol es el principal atractivo de los turistas europeos, sobre todo del de los países del centro y norte. Por eso el turismo es una de las mayores fuentes de ingresos del país, sobre todo en las zonas litorales mediterráneas y en las islas, donde se desarrolla principalmente un turismo de sol y playa.