miércoles, 19 de octubre de 2016

TEMA 3

TEMA 3. LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE
En el relieve peninsular nos encontramos cuatro tipos de unidades morfoestructurales: zócalos, macizos antiguos, cordilleras alpinas y depresiones o cuencas sedimentarias. Estas se articulan en torno a una unidad principal: la Meseta. Por ello distinguiremos tres grandes conjuntos de relieve: La Meseta y sus unidades interiores, los rebordes montañosos periféricos y las unidades exteriores, a lo que hay que añadir los relieves insulares
1.- LA MESETA Y SUS UNIDADES INTERIORES:
-La Meseta es el núcleo primitivo y pieza fundamental del relieve peninsular. Su origen está en la antigua cordillera herciniana del Macizo Hespérico, arrasada por la erosión hasta quedar convertida -a finales del Mesozoico- en un zócalo de materiales duros y rígidos que, en el Terciario, fue afectado por la orogenia alpina. Las consecuencias fundamentales fueron: su abombamiento y fragmentación en bloques, algunos de los cuales se hundieron (cuencas interiores) y otros se elevaron (Cordillera Central, Montes de Toledo); la inclinación hacia el W y la deformación y/o el plegamiento de los sedimentos depositados en sus bordes.
Actualmente la Meseta es una llanura elevada (media de 600 m) ligeramente basculada hacia el W  altitud y donde morfológicamente alternan penillanuras y relieves montañosos. Uno de ello, el Sistema Central, la divide en dos subunidades: La submeseta norte, que es más elevada y coincide con la cuenca del Duero y la submeseta sur, que  está a su vez dividida por los Montes de Toledo, que separan las cuencas del Tajo, al norte, y del Guadiana, al Sur.
Todo el conjunto está además rodeado -salvo al W- por cadenas montañosas.
     La historia geológica determina que  se puedan diferenciar en la Meseta tres unidades interiores:
·        El zócalo paleozoico: Es la base del antiguo Macizo Hespérico, que sólo aflora hoy en las penillanuras del oeste peninsular como una llanura de erosión suavemente ondulada, alterada sólo por montes isla, crestones de cuarcitas, relieves encajados y algunos relieves volcánicos muy arrasados (Campo de Calatrava). Litológicamente pertenece al dominio silíceo
·        Las cordilleras interiores: Sistema Central y Montes de Toledo. Se formaron durante la orogenia alpina por el levantamiento de algunos bloques del zócalo paleozoico. Tienen formas redondeadas y cumbres aplanadas, aunque a veces son más abruptas como consecuencia de la erosión diferencial o el retoque glacial.
Ø  El Sistema Central. Vieja cordillera rejuvenecida por la tectónica alpina. Aquí, el antiguo zócalo  Herciniano sufrió los empujes alpinos, abombando materiales muy rígidos que acaban fracturándose a través de un sistema de fallas, surgiendo así una cordillera en bloques, entre los que destacan las sierras de Guadarrama, Gredos, Gata... El pico más elevado es el del Moro Almanzor. Los paisajes alternan cumbres graníticas y profundos valles. En las sierras más elevadas quedan restos de glaciarismo.
Ø  Los Montes de Toledo son de menor altura y separan las cuencas del Tajo y Guadiana. Tienen el mismo origen estructural que el Sistema Central y constituyen un buen ejemplo de relieve apalachense, resultado de la actuación de la erosión diferencial sobre rocas de muy distinta dureza, profundizando en las más blandas y respetando las más resistentes. Se crea con ello un relieve abrupto, con profundas gargantas, desfiladeros… Sus sierras más importantes son las de Guadalupe, Montánchez y San Pedro.
·        Las depresiones o cuencas sedimentarias interiores: Son cubetas tectónicas que surgen por la fractura y hundimiento de bloques del zócalo paleozoico durante la orogenia alpina. Constituyeron primero lagos que, después, fueron rellenados de sedimentos. En el cuaternario la erosión fluvial en períodos glaciares e interglaciares fue modelando una morfología de terrazas fluviales. Son:
*La Cuenca del Duero, una zona arcillosa de páramos, campiñas suavemente onduladas, cerros testigos…
*La llanura del La Mancha, dividida en dos cuencas por los Montes de Toledo: la del Tajo y la del Guadiana. En ella también encontramos páramos, campiñas, relieves encajados… y zonas endorréicas que dan lugar a zonas húmedas (Tablas de Daimiel, Lagunas de Ruidera…)
2.-LOS REBORDES MONTAÑOSOS DE LA MESETA:
La Meseta está rodeada -salvo por el W- por cadenas montañosas que la la aíslan de la influencia oceánica y la dotan de un pronunciado carácter continental. Todos ellos se originaron como consecuencia de la orogenia alpina y son:
-El Macizo Galaico y los Montes de León: Formados por el abombamiento, durante la orogenia alpina, y en sentido W-E del ángulo NW del primitivo zócalo herciniano, por lo que sus materiales son paleozoicos. Los empujes alpinos crearon una red de fallas en dirección N-S que dividieron al zócalo en bloques, alternativamente hundidos y  levantados, que se escalonan de Este a Oeste. La zona más elevada corresponde a los Montes de León. En ellos se conservan restos de glaciarismo. Hacia el W aparece la dorsal gallega y fosas tectónicas rellenas de sedimentos más modernos, para dar paso finalmente al sector costero, donde las sierras se hunden suavemente en el Atlántico formando las Rías, resultado del progresivo hundimiento del tramo final de valles fluviales en el mar.
-La Cordillera Cantábrica. Es el borde norte de la Meseta y se extiende desde Galicia hasta el País Vasco alineada paralelamente al mar Cantábrico. Presenta una gran disimetría, siendo la cara que da a la Meseta la más suave, pues en la que da al mar el desnivel es grande. El bajo nivel de base de los ríos estimula la erosión fluvial, por lo que estos crean gargantas y desfiladeros. Forma una muralla natural que impide el acceso de las masas de aire húmedo al interior de la Península. De hecho es una barrera climática que marca la división entre la España húmeda y la seca.
 Estructuralmente es el borde norte del antiguo macizo herciniano, ya arrasado y basculado hacia el este a finales del Paleozoico. Durante el Mesozoico, en su borde este –en períodos de transgresión marina- se depositaron sobre el antiguo zócalo grandes espesores de sedimentos marinos. Por eso, la orogenia alpina deformó todo el conjunto pero con distintos resultados, lo que explica su variedad interna, distinguiéndose:
1. El sector W de la cordillera o Macizo Asturiano. Es una cordillera en bloques que se eleva de forma gradual hacia el este, donde culmina con los Picos de Europa (Naranco de Bulnes, Torre Cerredo…) En este sector abundan las calizas paleozoicas que crean paisajes kársticos. A veces, hay retoque glaciar.
2. El sector oriental de la cordillera o Montañas de Santander, se extiende sobre Cantabria. Su base es también el antiguo zócalo herciniano, pero cubierto por materiales sedimentarios de la Era Secundaria plegados durante la orogenia alpina. PResenta cimas que sobrepasan los 2000 m de altitud.
3. - Los Montes Vascos. Enlazan el sector oriental de la cordillera Cantábrica con los Pirineos. Formados básicamente por materiales mesozoicos plegados en la orogenia alpina. Es una cordillera modesta (Peña Gorbea, unos 1000 m de altura) y sus sierras llegan a la costa formando acantilados que alternan con playas. Algunos autores los consideran un conjunto distinto de la Cordillera Cantábrica.
-El Sistema Ibérico. Es el borde oriental de la Meseta -a la que separa de la Depresión del Ebro- y la única cordillera española que se orienta de NW a SE, desde la Sierra de La Demanda hasta el Mediterráneo. Es una cordillera mixta de plegamiento y fractura, ya que su origen guarda relación con la primitiva inclinación del viejo Macizo Hespérico hacia el este, lo cual permitió la acumulación de sedimentos en su borde este; las fuerzas de la orogenia alpina levantaron una cordillera de plegamiento, pero que reposa sobre el zócalo paleozoico. Por eso, aunque el material predominante es la caliza, hay algunas cumbres donde afloran bloques paleozoicos. En su trayectoria se distinguen dos partes delimitadas por el río Jalón:
La parte septentrional es más elevada y unitaria. Cuenta con importantes sierras (Urbión, Moncayo…).
El sector meridional es más ancho y presenta dos ramas separadas por el curso del río Jiloca.
1.      Una interior o meseteña, con sierras como Albarracín (paleozoica) o Serranía de Cuenca (caliza). donde aparecen abundantes relieves kársticos: dolinas, hoces…. Ej. Ciudad Encantada.
2.      Otra exterior o aragonesa, con sierras como Javalambre y Gúdar (calizas)
Estas ramas están separadas por una fosa tectónica: la Depresión longitudinal Ibérica.
-Sierra Morena. Se extiende entre Portugal y la Sierra de Alcaraz con alturas modestas que pocas veces superan los 1000 m. En Jaén se encuentra su único paso natural: Despeñaperros.
Es en realidad el borde meridional de la Meseta, como demuestra el que posean los mismos materiales paleozoicos (granitos, cuarcitas, pizarras…). Su origen está en el borde meridional del zócalo herciniano que las fuerzas orogénicas alpinas levantaron y flexionaron, fracturándolo en muchos puntos. Se creó así un escalón tectónico que se hunde bajo la Depresión del Guadalquivir.
Es un buen ejemplo de erosión diferencial: Los ríos se encajan en los materiales más blandos creando gargantas y desfiladeros, mientras los más resistentes crean crestones que, a veces, se levantan solitarios en penillanuras casi perfectas. Acoge yacimientos carboníferos y metalíferos.
3- LOS SISTEMAS Y UNIDADES EXTERIORES:
 Son cordilleras y depresiones formadas desde comienzos del Terciario. Las cordilleras surgieron por efecto de la orogenia alpina, que plegó los sedimentos depositados durante la Era Secundaria en el fondo de los geosinclinales marinos. Las depresiones corresponden a las fosas alpinas hundidas entre las nuevas cordilleras y el borde del zócalo paleozoico. Se integran en dos grandes conjuntos:
1. Cordilleras exteriores:
Son cordilleras de edad alpina, que se levantaron como producto del choque de las placas africana y euroasiática con la microplaca ibérica. Más tarde, en el cuaternario, sufren retoque glaciar, que modela sus cumbres –sobre todo en los Pirineos-. Estas cordilleras acogen las cumbres más elevadas de la Península. Sus materiales son sobre todo calizos, aunque a veces afloran fragmentos silíceos de antiguos zócalos.
- Los Pirineos.  Amplia cordillera que ocupa el istmo entre el Golfo de Vizcaya y el Cabo de Creus. Alcanza sus mayores alturas en el Pirineo axial –que marca la frontera franco-española- y desde ahí va descendiendo hacia las sierras exteriores, hasta alcanzar el valle del Ebro.
Morfología: La morfología pirenaica está determinada por sus materiales y por el retoque glaciar cuaternario en las cumbres que superan los 2000 m. Por eso son frecuentes las cumbres puntiagudas, las crestas recortadas o la presencia de glaciares de circo y valle, ocupados a veces por lagos glaciares.
Unidades Se distinguen dos zonas, paralelas entre sí y diferenciadas por sus características morfoestructurales y litológicas. Estas son:
Ø  Pirineo Axial: Es el eje central de la cordillera. Aquí encontramos materiales silíceos, que son los restos de un antiguo macizo paleozoico (Macizo de Aquitania), elevado y rejuvenecido por la orogenia alpina. Aquí se encuentran las mayores alturas de la Cordillera: Aneto, (3.404 m) y Monte Perdido. Las alturas descienden a medida que nos acercamos a los bordes oriental y occidental de la cordillera.
Ø  Prepirineo: Zona de dominio calizo. Se dividen en 2 unidades separadas por la depresión intrapirenaica:
·       Sierras interiores. Macizos calizos atravesados en dirección N-S por los cursos de los ríos pirenaicos.
·       Depresión intrapirenaica: Constituida por un conjunto de depresiones discontinuas dispuestas de W a E entre las sierras interiores y las exteriores.
·       Sierras Exteriores: Situadas entre la depresión intrapirenaica y el Valle del Ebro. Apenas superan los 2.000 metros.
- La Cordillera Costero-Catalana.
Cordillera de dirección NE-SO que, paralela a la costa catalana, entre los Pirineos  y el Sistema Ibérico, aísla la cuenca del Ebro del Mediterráneo. Longitudinalmente puede dividirse en dos sectores:
Sector septentrional: Se corresponde con los restos del antiguo macizo paleozoico Catalano-Balear, que fue deformado y fracturado por la orogenia alpina. De ahí que pertenezca al dominio silíceo.
Sector meridional: Corresponde al dominio calizo. Materiales mesozoicos plegados en el terciario.
Todo el conjunto está recorrido por fallas transversales por las que discurren los ríos pirenaicos buscando el Mediterráneo (Ter, Fluviá, Llobregat…).
Transversalmente la cordillera se compone de tres unidades:
La cordillera litoral: Sector más cercano a la costa entre Girona y el norte de Tarragona. Presenta altitudes modestas entre 500-700 m. (Garraf, Tibidabo…)
La depresión prelitoral: Es una fosa tectónica colmatada de sedimentos que ofrece un paisaje de suaves colinas y fértiles valles como El Penedés.
La cordillera prelitoral: Es la más extensa y la que alcanza las mayores alturas. Se extiende desde Girona al valle del Ebro en sierras graníticas como el Montseny o de conglomerados como Monserrat.
- Los Sistemas Béticos.  Cordillera de más de 600 Km, extendidos en dirección NE-SW entre el Campo de Gibraltar y el Cabo de La Nao, desde donde se prolonga bajo el Mediterráneo para emerger formando parte del archipiélago Balear.
Origen: En la orogenia alpina, cuando el choque de las placas Ibérica y Africana levantó y plegó los sedimentos mesozoicos (calizas y margas) acumulados en el Geosinclinal Bético. Una parte de estos sedimentos fueron desplazados hacia el norte tras su levantamiento (Relieves alóctonos).
En la Cordillera pueden distinguirse tres unidades morfoestructurales:
La Cordillera Penibética. Es la parte más meridional y se extiende muy pegada a la costa mediterránea, desde la Sierra de Ronda (Málaga) hasta las Sierras de las Estancias y Los Filabres (Almería). Es una zona de dominio calizo, aunque en algunos sectores como Sierra Nevada afloran restos del antiguo zócalo paleozoico Bético-Rifeño. Aquí se encuentran las mayores elevaciones de la Cordillera y de la Península en los picos del Mulhacén (3.479 m) y el Veleta.
La Cordillera Subbética. Se ubica al norte de la Penibética, desde Ronda hasta las sierras de Cazorla, Segura y Aitana. Pertenece al dominio calizo, de ahí que ofrezca ejemplos de modelado kárstico, como en el Torcal de Antequera. Algunos autores individualizan su parte oriental para referirse a la Prebética.
Las depresiones intrabéticas: Granada, Guadix… Situadas entre las Penibéticas y las Subbéticas son un rosario discontinuo de depresiones formadas sobre cubetas tectónicas que fueron rellenadas por arcillas blandas sobre las que la erosión ha creado cárcavas y badlands.
2. Depresiones exteriores:
Son las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. Ambas fueron fosas marinas formadas en la era terciaria entre las cordilleras alpinas. Luego se rellenaron con grandes espesores de sedimentos y hoy constituyen relieves prácticamente horizontales. Pertenecen a la España arcillosa.
-La Depresión del Ebro: Situada al NE peninsular y cerrada por los Pirineos, el sistema Ibérico y la cordillera Costero Catalana. Inicialmente estuvo ocupada por el mar, pero luego se cerró, transformándose en un gran lago en el que se depositaban los materiales procedentes de la erosión de las montañas alpinas. A fines del terciario el Ebro consiguió atravesar la cordillera costero-catalana y abrirse paso al mar.
Primero se rellena de sedimentos marinos, pero sobre estos se disponen otros que son lacustres en el centro de la depresión y continentales en sus bordes. Por eso, desde el valle del Ebro el terreno va elevándose hasta alcanzar las montañas pirenaicas e ibéricas formando los llamados somontanos.
En función de los distintos materiales encontramos una variada morfología con presencia de monolitos de conglomerados, muelas, badlands…
- La Depresión del Guadalquivir. Ocupa el espacio entre las Cordilleras Béticas y Sierra Morena. Es una amplia depresión en forma triangular abierta al océano Atlántico. Está recorrida por el río Guadalquivir, que la atraviesa adosado a Sierra Morena debido a su proceso de formación: Inicialmente, la depresión fue un brazo de mar que recibió los sedimentos de las Cordilleras Béticas y de Sierra Morena. Como ambos sistemas montañosos tenían distintas características de altitud y dureza de sus materiales, los ríos que bajaban de las montañas béticas transportaron mayor cantidad de sedimentos que los procedentes de Sierra Morena; de esta forma se fue produciendo el desplazamiento de la línea de máxima profundidad hacia el norte y, en ella, se acomodó el lecho del río.
Las formas más características de la depresión del Guadalquivir son sus campiñas, tierras llanas suavemente onduladas. Asimismo, la red hidrográfica ha creado a menudo un paisaje de terrazas fluviales. Aguas abajo de Sevilla, y a escasísima altura sobre el nivel del mar, se sitúan las marismas, tierras bajas parcialmente inundadas que acogen al Parque Nacional de Doñana.
4-RELIEVES INSULARES:
-Las Islas Baleares. Son una prolongación de la Península en el Mediterráneo, ya que, excepto en la isla de Menorca, el archipiélago representa la continuidad de las Cordilleras Béticas; aparecieron, pues, en la era Terciaria por efecto de la orogenia alpina. En Mallorca  existen  dos cadenas montañosas calizas y una depresión interior arcillosa: al NW se sitúa la sierra de Tramontana, al SE la sierra de Levante y, entre ambas, la llanura central. Ibiza y Formentera, unidas hasta el Cuaternario, presentan el mismo esquema.
La isla de Menorca se diferencia del resto del archipiélago porque su parte norte tiene una alineación montañosa paleozoica (la Tramontana), que enlaza con la parte norte de la cordillera Costero-Catalana.
-Las Islas Canarias tienen un carácter volcánico. Su origen está en las emisiones volcánicas que tuvieron lugar a mediados de la Era Terciaria, cuando la orogenia alpina rompe el fondo marino y emerge material magmático a través de las fracturas. Las islas ofrecen como rasgo común su carácter montañoso. Se elevan desde las profundidades marinas hasta una altura considerable. Su punto culminante es el Teide (Tenerife), que con 3.710 metros de altitud es la montaña más alta de España.
Su naturaleza volcánica ha originado formas de relieve espectaculares: las calderas, los cráteres volcánicos, los roques de lava o los malpaíses, resultantes de la solidificación de las lavas.


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